El dia que el novio termino de correr el maratón de Berlin decidí que hasta ahí llegaba mi carrera de porrista y ahora quería el rol protagónico. Y en un café de Praga planeamos mis primeros 21K: San Francisco 7 de Abril.
En cuanto regresé del viaje le entré de lleno a la corrida: entrenamiento, gadgets, rutina, inscripción… el homescreen de mi Galaxy tenía un countdown con los días que faltaban y el de mi compu una foto del Golden Gate. Mucha fue mi sorpresa cuando en Febrero le avisaron al novio que tenía un viaje importante a Brasil en esa fecha y no iba a poder ir a San Francisco.
No puedo negarles que me dolió bastante. Estaba muy ilusionada con la meta. Pero lo entendía y si de algo estaba segura era de que esa meta la quería compartir con él, así tocara cumplirla más tarde.
A la semana de que cancelamos el medio maratón me llegó un mail sobre la conferencia de redes sociales más importante: era en San Diego del 7 al 9 de Abril. Apenas se enteró el novio me convenció de inscribirme y se dedicó a eliminar cualquier tipo de duda en mi cabeza. Me dio infinidad de consejos de cómo hacer mi “elevator speech” y estructurar mis ideas.
Y aquí estoy. Rumbo a 4 días de convivir con puros geeks como yo para aprender un montón del tema que más me apasiona. Tengo tanta emoción y curiosidad que nisiquiera dejan a mi cabeza formar alguna clase de expectativa. Ya mi roomie me espera en el cuarto -la encontré por Twitter. Me arreglo rápido e iremos a una cena -a la que nos invitaron por LinkedIn. Mañana corro a las 8 y luego vamos al Zoológico de San Diego -nos organizamos por Facebook.
Y sin embargo antes de bajar del tren y comenzar los cursos sé bien que la lección más importante ya la aprendí: tener una pareja que te apoya y te ayuda a crecer es por mucho lo más valioso del mundo.